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REPORTAJE | 01-07-2013 22:36

J.J. Abrams, el creador de "Lost"

El creador de "Lost" dio el salto al cine. Artífice de la nueva saga "Star Trek", es también el director de las secuelas de "Star Wars".

SU PADRE era productor de televisión y su madre productora ejecutiva. Con estos antecedentes, J. J. Tenía pocas opciones de dedicarse a otra profesión. Con 16 años debutó en el cine con una banda sonora. A los 25 destacó como guionista en “A propósito de Henry”, y al año siguiente vendió por 2 millones de dólares su guión para “Eternamente joven”, de Mel Gibson.

En 1998 coescribió “Armageddon”. Pero también produce y dirige. Su despegue se daría con las series televisivas: "Alias" (2001-2006), "Lost" (2004-2010), "Fringe" (2008-2013), "Person of Interest" (2011), "Alcatraz" (2012) y "Revolution" (2012). Y daría el salto al cine con Star Trek (2009), de la que ahora presenta el segundo capítulo, mientras trabaja en la nueva Star Wars.

¿SOS EL HEREDERO DE GEORGE LUCAS Y STEVEN SPIELBERG?

Lo dos han sido mis referentes desde siempre. Y con Steven tuve la suerte de trabajar en Super 8 (Ndr: del 2011).

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¿CÓMO FUE LA EXPERIENCIA?

Se me había ocurrido hacer una película con chicos a los que les gusta hacer películas, como a mí cuando tenía esa edad. Y sabía que a Steven la idea le iba a gustar, ya que también era aficionado a hacer películas cuando era un chico. Lo llamé, se interesó, y después tuvimos varios encuentros para definir un poco más por donde iba a ir el proyecto.

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¿CÓMO FUE EL PRIMER ENCUENTRO?

En realidad, la primera vez que lo vi, yo tenía 16 años. Una película mía ganó en un festival en Los Ángeles, y salió un artículo en un diario sobre mí. Yo hablaba de mis héroes que eran Steven Spielberg y John Carpenter, y dos días más tarde recibí una llamada suya diciéndome si estaba interesado en trabajar restaurando sus películas de adolescente. Dije que sí, por supuesto.Y me mandó dos películas suyas originales de cuando tenía quince años. Podía haberlas perdido o estropeado, pero me tuvo confianza. Las arreglé y me pagó trescientos dólares. Ese fue mi primer encuentro. Y en 1989 estuve en una reunión con él mientras presentaba un guión y le comenté que yo era el chico que había reparado sus películas y me contestó: “¡Ya lo sé! Por eso estás acá”.

¿LE PREGUNTASTE ALGUNA VEZ POR QUÉ LO HABÍA ELEGIDO?

Sí. Me dijo que se fiaba de mí, que había sentido una conexión.

¿QUÉ TIPO DE PELÍCULAS HACÍAS?

Como la que aparece en Super 8, películas tontas y divertidas. Comedias, horror, como por ejemplo, una sobre una muñeca poseída. Me encantaba hacer películas, era lo que más me entretenía.

ADEMÁS DE SPIELBERG Y CARPENTER, ¿QUÉ OTROS DIRECTORES TE INFLUENCIARON?

Me gusta mucho (David) Cronenberg. Me encantaban las películas de desastres de los años setenta. También he sido un gran fan de la serie Twilight Zone.

NO ERAS FAN DE STAR TREK. ¿SABÍAS QUE LOS TREKKIES MEDIO QUE TE ODIAN POR ESO Y TE MATAN EN LOS FOROS?

Siempre habrá gente a la que no le gusta lo que hagas. Es cierto que no era un trekkie cuando dirigí la primera película. Ahora soy un fan de Star Trek de una manera diferente. Aprendí a conocer estos personajes, crecer con ellos. En cualquier caso, no hace falta ser un trekkie para entender la película. La mía es una película para los amantes del cine, no para los fans, y me gusta que así sea. Que la pueda ver todo el mundo.

¿CÓMO LOGRASTE QUE TE HEREDARAN LAS SAGAS MÁS IMPORTANTES?

La clave en este tipo de películas, ya sea Star Trek, Misión imposible, o La guerra de las galaxias, es intentar olvidarte de la herencia. Es imposible responder a todas las expectativas que generan, y abarcarlas sin que se te vaya de las manos el proyecto. Hay que meditar un rato y plantear cuál es la verdadera historia que queres contar. Entonces haces tuya la película.

¿QUÉ DE STAR TREK ERA INTOCABLE?

La esencia de los personajes principales. Me gusta mucho Kirk, su actitud de “gallito”. Tiene mucha confianza en sí mismo, incluso cuando no sabe qué diablos va a hacer. Spock es todo lo contrario. Y ese antagonismo entre los dos es la esencia de la saga. El enfrentamiento entre la lógica y el “actua primero y piensa después”.

¿CÓMO RECIBISTE LA NOTICIA DE QUE SERÍAS EL PRÓXIMO DIRECTOR DE “LA GUERRA DE LAS GALAXIAS”?

La primera vez que Kathy Kennedy (presidenta de Lucas Film y ex mano derecha de Spielberg) llamó a mi agente rechacé la oferta, estaba en mitad del rodaje de Star Trek. Pero cuando estaba terminando la película me volvió a llamar para charlar en persona. Estaba convencido de que mi respuesta sería: “Gracias, pero no”. Pero salí de ahí entendiendo que la propuesta era demasiado buena como para rechazarla.

POR LO MENOS DE “LA GUERRA DE LAS GALAXIAS” SOS FAN, ¿NO?

¡Claro! Recuerdo que tenía 11 años cuando vi la primera. Fue la confirmación de que en el cine todo era posible.

¿PASAR DE STAR TREK A STAR WARS NO ES UNA TRAICIÓN?

Son dos universos diferentes, y hoy me gustan ambos. Además no abandono Star Trek, estaré como productor de la tercera.

PERO ES COMO CONFESAR AMOR SINCERO A LA VEZ POR LOS BEATLES Y LOS ROLLING STONES...

De hecho, me gustan los dos (se ríe). El ritmo de Star Trek es más pausado y su argumento más filosófico. Star Wars es mucho más visceral, más impactante. Creo que le imprimí algo de ese dinamismo que le faltaba a Star Trek. Y quizás haga lo opuesto con Star Wars (risas).

¿CÓMO TE PREPARÁS PARA ESCRIBIR LA CONTINUACIÓN DE UNA SAGA ASÍ?

Tengo la capacidad de escribir bastante rápido. Pero doy muchas vueltas juntando información. Cuando hicimos Super 8 con Spielberg me retó y me dijo: “J. J., tenes más material que yo cuando escribí Poltergeist, así que ¡empezá a escribir ya!”. Lo primero que hago es redactar un resumen de 15 a 30 páginas en las que basarme. Y después me voy a cafeterías a escribir. Me encantan los lugares donde hay ruido, no puedo escribir cuando todo está silencioso.

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