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ENTREVISTAS | 17-07-2014 20:23

Preguntas & Respuestas: Emanuel Ginobili

Con su cuarto anillo de la NBA bajo el brazo, se suma al seleccionado argentino para jugar el que será su último Mundial.

Por Francisco Tobaldi 

¿TENÍAS GANAS DE JUGAR EL MUNDIAL?

Vengo de tres temporadas jugando casi 100 partidos, tengo 37 años, tengo tres hijos, termino muy cansado. Pero también disfruto mucho jugar con la Selección, la paso bien en el día a día y en los entrenamientos. Todo eso hace que cueste decirle que no a algo que te marcó tanto en tu carrera.

¿PORQUÉ ESPERASTE TANTO ENTONCES PARA CONFIRMAR?

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Necesitaba saber cómo iba a terminar la temporada. No sabía si estaba para estar dos meses metido, entrenando fuerte, y seguir cargando la cabeza después de una temporada como la que tuve. Ya lo venía hablando con el técnico y esta vez no le pude dar mi palabra en marzo, tal como suelo hacer.

FINALMENTE TE DECIDISTE

Sabía que si llegaba el 25 de julio (Ndr: día en que comienza la preparación de la Selección), y todos se juntaban y yo lo iba a mirar desde casa, lo iba a sufrir.

¿SERÁ TU DESPEDIDA DE LA SELECCIÓN?

Antes de Londres 2012 pensaba que podía ser una despedida, pero no tenía el convencimiento. Ahora diría que estoy bastante seguro. Por eso quiero tomarlo de comienzo a n como una despedida, y disfrutarlo mucho.

¿Y YA PENSAS EN EL RETIRO?

Durante el nal de la temporada 2013, en medio de los playoffs, lo pensé mucho. Estaba podrido, por decirlo de algún modo. No había tenido un desgarro en toda mi vida, y sufrí tres en cuatro meses. Estaba bastante mala onda, saturado. Y pensé en el retiro. Se lo planteé un par de veces a mi mujer. Pero cuando me recuperé físicamente empecé a sentirme un poco mejor. Terminó la temporada, hice ese miniduelo de 48 o 72 horas después de la final, y no me sentí retirado. Sabía que me faltaba algo, que todavía quería jugar.

Y VINO OTRO ANILLO ...

La verdad fue una temporada a la que San Antonio se le dio todo. Cuando el equipo tenía muchos lesionados, seguía ganando. En un momento estábamos lesionados Kawhi (Leonard), Danny (Green), yo. Y el equipo iba de visitante y ganaba. Se hacía fuerte y superaba obstáculos. Llegamos fuertes a los playoffs. Y tuvimos la revancha contra Miami. Sabíamos que la clave consistía en limitar a LeBron (James). Kawhi (Leonard) lo defendió un promedio de 36 minutos por partido, y lo anuló. Y el de la final fue el mejor San Antonio de toda la temporada. La verdad, superó nuestras propias expectativas.

TRAS LA DERROTA EN LA TEMPORADA PASADA, ¿ FUE UNA REVANCHA?

Trato de no pensar en términos de revancha. Cuando decían el año pasado que no yo era el mismo, que lo mejor de Ginóbili ya había pasado, fue raro y por momentos dolió. Pero no lo sentí una revancha, la satisfacción fue sentirme mejor, jugar mejor yo.

¿QUÉ APORTO LA PATERNIDAD?

Me cambió sobre todo en el pospartido. En el prepartido sigo siendo el mismo loquito de siempre. Pero el después, que para mí era una euforia o sufrimiento dependiendo del resultado, ahora se niveló mucho. Tiraste uno de 10 y perdiste por 30 y ellos vienen de la misma manera que si ganaste por 50 y metiste 40. No saben lo que hace el papá, ni por qué puedo estar contento o triste. Termina el partido. Si se ganó, normal, gentil, simpático. Si perdía, antes no decía palabra. Bufaba. Hoy, termina el partido y estoy haciendo un masaje y ya empiezo a escuchar las voces de los enanos en los pasillos, vienen corriendo con el pijamita y ya está. No te puede durar el enojo. Emocionalmente me nivelaron.

¿CÓMO ES SER EL VIEJITO DEL TEAM?

En realidad somos Tim (Duncan) y yo los viejitos del equipo, pero todavía damos pelea. Nos dicen así por el éxito que tuvo el equipo hace tantos años.

¿TE SENTIS CÓMODO EN SAN ANTONIO?

Cuando llegué a la NBA me miraban mal por ser blanquito, por venir de Sudamérica, porque nadie me conocía. Cuando estaba defendiendo a un rival, le decía a sus compañeros: “dámela a mí, que me marca éste". Pero dentro de San Antonio es otra cosa. El básquet en San Antonio es muy importante y me tocó por ser un personaje popular. Me miman mucho.

¿TE QUEDARIAS A VIViR AHÍ CUANDO TERMINE TU CARRERA?

Siempre evaluamos con mi mujer volver a Bahía Blanca. Estar con nuestros afectos, lo consideramos importante para nosotros y para nuestros hijos. Pero posiblemente me quede la casa de San Antonio unos años. Posiblemente también siga relacionado con el equipo. Tampoco full time, no voy a ir a hacer horario de 8 a 17, pero seguramente estaré vinculado por mucho tiempo.

¿TE VES DE DT?

Me gustaría estar de alguna manera ligado al básquetbol. Pero no full time. Creo que mi experiencia me dan credibilidad como para compartir mi saber, pero no sé cómo todavía.

SE TE HA PUESTO A LA ALTURA O INCLUSO POR ENCIMA DE FANGIO, DE VICENZO, VILAS, MARADONA, MONZÓN. ¿CÓMO CONVIVÍS CON ESO?

Cuando se empezó a hablar de eso, allá por 2005, me cambió. No me lo imaginaba. Que te pongan ahí en la historia de un país... Yo sólo viví a Diego. Y estar ahí lo llevo con orgullo, me hace tomar un poco más de dimensión sobre quién soy y lo que puedo significar para la gente.

¿TE PESA QUE TE TOMEN COMO EJEMPLO?

Sí. Pero por suerte no necesito hacer un gran esfuerzo para no hacer cagadas, para no meterme en quilombos.

CUANDO ALGUIEN DICE "GINÓBILI ES UN ORGULLO PORQUE NO PARECE ARGENTINO", ¿CÓMO TE SUENA?

Uno es como es. Pero posiblemente no voy de la mano de los otros referentes del deporte argentino. Aunque Leo Messi es un caso similar. No digo que soy igual a Leo. Es el mejor indiscutido del deporte más popular del mundo. Pero lo que quiero decir es que Messi también tiene otro modo de hablar, de comportarse. Y no o podés decir "los argentinos son así" o "los americanos son así". Somos 40 millones de personas, hay de Todo.

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