El japonés Senji Nakajima tiene 61 años y compró a Saori como una forma de "satisfacer" sus necesidades físicas, cuando estaba de viaje de trabajo lejos de su casa. Después de unos meses de mantener esta suerte de relación "extramatrimonial", el hombre decidió separarse de su mujer y abandonar su hogar.
Ahora Senji manifiesta que lo "enamoró su personalidad", la saca a pasear a todas partes en una silla de ruedas y dice mantener relaciones sexuales "muy frecuentemente". La muñeca Saori es uno de los modelos más avanzados, confeccionados con silicona de avanzada que simula muy bien la carne y piel humana al tacto.
¿Será este el comienzo de las relaciones humano- muñeca? Por lo pronto Nakakima se ve muy contento en su cuenta de Instagram mostrando a su "nueva mujer".
Mirá las fotos de esta loca relación.
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