¿Qué hacer si te sobra, literalmente, el dinero? Los multimillonarios calentones de los fierros y la festichola corren la Gumball 3000. La carrera que recorre dos continentes está oficialmente establecida como un paseo donde, en teoría, se deben respetar las normas de tráfico. Pero se acaba convirtiendo en una carrera ilegal digna del “Need for Speed”. Subidos arriba de un Pagani Zonda, Ferraris y Lamborghinis, hacen más de 5.000 con la pata en el acelerador.
JJ.OO. de Tokio sin sexo
LOS AUTOS LOCOS
Lo de las carreras de millonarios viene de lejos. La línea de largada está en la década de los 70, cuando se instaló la Cannonball, una prueba de velocidad que atravesaba Estados Unidos de costa a costa, y que fue inmortalizada con humor por el cine en la mítica saga homónima protagonizada por Burt Reynolds (“Los locos del Cannonball”, de 1981). La primer edición se corrió en 1971, cuando el periodista motor Brock Yates organizó la primera carrera “Cannonball Baker Sea To Shining Sea Memorial Trophy Dash” (nombre más largo que puteada de tartamudo) en protesta por la implantación del límite de velocidad de 55 millas por hora (88,5 km/h.). Brock se inspiró a su vez en las proezas de Ernest G. Cannonball Baker, que en 1914 estableció el primer récord de velocidad continental, al cubrir en 11 días, 12 horas y 10 minutos, a bordo de una motocicleta, los 5.347 kilómetros que separan Los Angeles de Nueva York. En sucesivos intentos, ya en automóvil, logró rebajar este tiempo hasta dejarlo, en 1933, en 53 horas y 30 minutos. Las Cannonball se celebraron en 1971, 1972, 1975 y 1979 y en ellas participaban todos tipo de vehículos, desde los bólidos más glamourosos de aquel entonces, hasta autocaravanas. Pero tanto eco mediático atrajo la atención de la autoridad, que puso fin a aquel desafío abierto. El evento desapareció del mapa cuando la revista Car & Driver (un rama de Sports Illustrated) le retiró su apoyo acosada por las demandas judiciales.
MAXIMILLONES
El espíritu de las Cannonball se intentó resucitar con las “One Lap of America”, que comenzaron a correrse en 1984 y aún hoy se disputan, pero nunca tuvieron el éxito de sus predecesoras. Hasta que llegó la Gumball 3000 a fines de los 90 de la mano de Maximillion Cooper. El nombre que bien podría ser un invento de Homero Simpson (“Maximillones” sería su traducción al español), o de los Power Rangers (hay uno que se llama igual), es real. Maximillion Fife Alexander Cooper, de 44 años, hijo del matrimonio de un pintor abstracto y una música, ambos de la clase alta inglesa, es un ex modelo de pasarelas, ex skater profesional, ex piloto de carreras, que multiplicó su fortuna como entrepreneur de la moda. Con sus 50 palos verdes en el banco y muchos amigos ricachones, este Ricky Fort anglo decidió combinar sus pasiones en 1999. Y así nació la Gumball 3000, un rally de 5000 kilómetros condimentado con fiestas vip, que cada año cierra en las playas de Ibiza, donde Copper tiene su residencia.
“Yo se que parece puro descontrol, pero me lleva mucho trabajo armar la Gumball cada año. Conseguir el alcohol, los dj, y trescientas modelos lindas para las fiestas es un chiste al lado del tiempo que me toma planear las rutas y armar la logística para la carrera. Ese es un trabajo de un año entero, que en algunos casos implica hasta gestiones diplomáticas bastante ásperas, como las que necesitamos en 2008 cuando atravesamos Corea del Norte y China. Este año fue más fácil, porque la carrera ya está instalada en Estados Unidos, Inglaterra y España, pero la logística de terminar la etapa americana en New York y un día después tener los autos en Escocia es complicada. Son muy pocos los que usan dos autos. La mayoría de los 120 vehículos vuela en aviones Hércules hacia Europa mientras nosotros tenemos el reventón neoyorkino”, cuenta Cooper demostrando que tamaña joda relajada es finalmente un carrera precisa y cronometrada.
PASEO DE LAS ESTRELLAS
Esta año la carrera largó en Miami. Chicas en rollers y minishorts se pasean entre los autos. El cielo celeste, un boulevard con palmeras y la playa a escasos metros son el marco. Los pilotos millonarios aun no completaron ninguna de las etapas pero ya brindan con champagne. Y se sacan fotos. Fotos con los autos, fotos con las chicas, fotos con las celebrities que se acercan para saludar, y las que corren la carrera: Tony Hawk (campeón mundial de skate), Kim Dotcom (creador de Megaupload), Johnny Knoxville (Jackass), Bam Marguera (Jackass), Travis Baker (baterista Blink 182), David Guetta, Jon Olson (esquiador profesional), Xzibit (rapero), Adrien Brody, Kate Moss, Snoop Dogg y unos cuantos jeques árabes. Pero es David Hasselhoff, “The Hoff”, quien se roba las cámaras. El Michael Night de “El Auto Fantástico” (no te hagas el pendejo diciendo que no la conocés, aunque no hayas nacido en los '80 tenés que haber visto la versión 2008), es un segundo anfitrión de la carrera. Amigo de Maximillion, es la cara reconocible de la carrera desde 1999, cuando se sumó con KITT (Ndr: el auto fantástico se llamaba así, sigla de Knight Industries Three Thousand, “Industrias Knight 3000” en español), de hecho de ahí sale el 3000 que lleva por nombre la carrera. “Al principio corrí con una réplica del KITT original que tengo en mi cochera. Pero las últimas ediciones lo hice con versiones aggiornadas de KITT, un Audi R8 y un Nissan GTR. Aprendí que tengo que tener más de un auto por si me lo retiene la policía. El año pasado me multaron en Escocia por exceder el límite de velocidad. Quise convencerlos de que no era mi culpa, de que KITT se conduce solo, pero no hubo caso”, se rie Hasselhoff mientras abraza (y toquetea) a Hayley Roberts, su novia modelo treinta años menor (googleala que es una bomba).
MAXIMA VELOCIDAD
Las multas en la Gumball 3000 están a la orden del día. Pero nos son un problema. La mayoría de quienes la corren tienen plata como para pagar un millón de multas (cada año pagan más o menos 75.000 euros conjuntamente en multas). Simplemente bajan la ventanilla, extienden el brazo y le dan al agente los billetes en mano. Eso hizo en 2008 Kim Dotcom (Kim Schmitz, ex hacker alemán perseguido por el FBI, millonario fundador de Megaupload), quien fue multado con 315 euros en Barcelona por intentar sobornar a un mosso d’esquadra (en realidad le tiró mil euros en la cara al policía). Y no es el único que pisa a fondo. El ya fallecido Ryan Dunn (Jackass) preparó un BMW 318i para alcanzar los 600 caballos. Pronto fundió el motor y tuvo que alquilar un Cadillac Deville para no perderse la carrera. A Xzibit (conocido por ser el presentador del programa de MTV “Pimp My Ride”) le retuvieron el carnet en Alemania cuando lo cazaron corriendo a 160 km/h en 2007 (Ndr: después declaró que confundió las millas con los kilómetros). Pero el record lo tiene Adrien Brody (el actor de Hollywood, ganador de el Oscar por El Pianista): en 2009 le secuestraron tres autos (entre ellos un Bugatti Veyron que vale 1,3 millones de euros) y en 2011 lo agarraron andando a 320 km/h en EE.UU. y lo metieron 24 hs en el calabozo por reincidente.
Los que la tienen clara son los del Team Polizei 144, equipo alemán con piloto estadounidense (el pro Alex Roy): compiten con un BMW camuflado de patrulla policial canadiense, alemana, española, sueca o italiana, según haga falta. Llevan un interceptor de radio para escuchar a la policía y son los primeros en enterarse de los controles, meten sirena para evitar el tráfico, e incluso hacen pasar un mal rato a sus compañeros de carrera simulando detenciones (buscá los video en Youtube).
PLATA QUEMADA
La Gumball no es una carrera prolija de autos clásicos como la que suelen correr todos lo años en el norte argentino millonarios de la talla Gregorio Pérez Companc (el tipo más rico de la Argentina según la revista Forbes, dueño entre otras máquinas de una Ferrari 330 TRI/LM valuada en 7 millones de euros, una 340/375 MM Berlinetta de 4,32 millones de euros, y un 340 MM Touring de 3,25 millones). La carrera Gumball es un derroche de excentricidades propias de ricachones faroleros. Y muchos invierten fortunas en autos no solamente veloces, pero también llamativos. En 202 el Team Galag, de Arabia Saudí, intentó competir con un auténtico Batmóvil construido especialmente para la ocasión. El coche tenía 420 caballos y su construcción costó 1,5 millones de dólares. Pero el vehículo les fue confiscado a nada de empezar la carrera en Dinamarca, porque no estaba homologado (los saudíes se lo esperaban y tenían como backup un TG1 basado en un Nissan GT-R).
En 2013 la estrella fue en In-Cena-rator, apadrinado por la estrella de la lucha libre John Cena, pero bancado y conducido en la carrera por un miembro de la casa real de Arabia Saudí. El “Incinerador” nació como un Corvette pero absolutamente reconstruído. El techo de cristal se le abría como una cápsula espacial dándole un espectacular toque futurista. Y en la parte trasera portaba dos filas de tubos echando llamas. Bien de película.
Y los tipos no tienen reparon en chocar un Lamborgini Murciélago o una Ferrari 458, o fundir un Mercedes SLR McLaren (Ndr: tres tuvieron que abandonar la Gumball 3000 en 2013 por el mismo fallo en el alternador, lo que obligó a Mercedes a pedir disculpas públicas). Hasta se hacen mandar a buscar los repuestos en jet privado. Kim Dotcom, ganador de la Gumball en 2001, había pinchado y mandó a su piloto personal a buscarle otra rueda. La nueva rueda era de otro modelo y no le gustó, así que volvió a mandar al jet a por tres ruedas iguales a la recién cambiada.
FIESTA, FIESTA
Cada año la Gumball se celebra en un recorrido diferente. El año pasado salió de Mónaco (coincidiendo con la Fórmula 1), pasando por Suecia, Finlandia, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Austria e Italia. Este año partieron desde Miami hasta Atlanta, desde donde partieron hasta Nueva York, tomanon un avión y se desplazaron a Edimburgo. La carrera los llevó pasando por Lonres y hasta París, y de ahí a Barcelona, donde tomaron un barco hasta Ibiza. El cierre con gran fiesta gran.
Pero cada stop tiene su divertimento vip. En Atlanta asistieron a un concierto de hip-hop exclusivo para ellos, circularon por el circuito de Daytona y Albi, visitaron el Salón de la Fama de NASCAR en Charlotte, coparon Times Square en NY, Trafalgar Square en Londres, y conocieron el estadio del Manchester en una visita especial guiados por Wayne Rooney.
Cada pareja de piloto y copiloto paga 40mil euros de inscripción por auto (varios equipos se inscriben con más de uno). Pero eso no incluye los otros gastos como los hoteles de lujo, el transporte en avión y barco, y las fiestas que se organizan cada noche, auténtico leiv motiv del asunto.
Pero al final lavan un poco de esa imágen de quema billetes organizando una subasta benéfica. Este año, durante las noches de la semana de la carrera se celebraron siete subastas con objetos donados por los corredores, que aportaron 600.000 dólares para proyectos de educación e infraestructuras para jóvenes sin recursos. Entre los lotes más destacados estuvieron el Morgan de tres ruedas ganador de la edición anterior, el volante del coche de Formula 1 de Kimi Raikkonen, los esquís del campeón mundial Jon Olson, el volante del Auto Fantástico (KITT) firmado por David Hasselhoff, y el skate firmado de Tony Hawk .
Warner Bros y Chernin Entertainment ya han encontrado guionistas para “Gumball 3000″, el film que girará en torno a la famosa carrera, según publica Variety. Trey Kollmer y John Blickstead (las series “Animal Rescue” y “Mixology”) serán los encargados de escribir el guión.
Chernin Entertainment está produciendo junton con el fundador del Rally Gumball 3000, Maximillion Cooper, que será el productor ejecutivo de la película. Jesse Ehrman y Racheline Benveniste están supervisando el proyecto en nombre del estudio, y David Ready está supervisando en nombre de Chernin Entertainment.
La película será una comedia de suspense basado en la reunión del camino internacional que abarca 3000 millas por caminos públicos. La carrera se encuentra actualmente en su décimo séptimo año.
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