El ejercicio físico suele ser recomendación para casi todo. Mover un poco el cuerpo ayuda a mejorar la calidad de vida y, en ese sentido, también al sexo. Según un estudio publicado en la prestigiosa revista científica Journal of Sexual Medicine, hacer actividad física reduce el riesgo de sufrir disfunción eréctil y ayuda a mejorar la calidad de los orgasmos entre otras cosas.
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En la investigación, que encuestó a 3909 hombres, entre 41 y 45 años de edad, y 2263 mujeres, entre 31 y 35 años de edad, tuvo un común denominador. Todas las personas involucradas tenían, al momento de realizar el estudio, una vida físicamente activa. Es decir realizaban actividades como ciclismo, natación o bien eran corredores o atletas.
A través de una encuesta anónima; que buscó obtener el dato acerca de cuánto tiempo de entrenamiento realizaban o cómo calificarían su satisfacción sexual, incluyendo preguntas sobre disfunción eréctil o resequedad vaginal; los autores obtuvieron información detallada.
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La primera conclusión que pudieron obtener es que cuánto más se entrenaban las personas, más satisfacción sexual aseguraban tener. Cruzando los datos de las respuestas, los investigadores pudieron establecer que los hombres experimentaron mejoras en su rendimiento sexual a partir de quemar 4 mil calorías a la semana. Esto puede traducirse en 6/7 horas de ciclismo a un ritmo moderado de pedaleo. En el caso de las mujeres, comenzaron a sentir que el placer en sus orgasmos se intensificaba a partir de invertir 5.5 horas de pedaleo moderado a la semana. Hay que aclarar, que en el caso de las mujeres, también se pudo percibir un incremento en el deseo sexual.
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“Mientras que los dos grupos se beneficiaron al incrementar su nivel de actividad física, las mujeres sacaron más provecho al aumentar el placer, a la hora de tener un orgasmo, y la excitación”, explicó Benjamin Breyer autor del estudio y profesor de la Universidad de California. Según explicó, el ejercicio físico mejora y estimula la circulación sanguínea en todo el cuerpo lo que aumenta la sensibilidad en los órganos reproductivos.
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Como si esto fuese poco, en el caso de los hombres, aquellos que hacían ciclismo unas 10 horas a la semana, con un nivel de pedaleo moderado, tenían un 22% menos de posibilidades de sufrir disfunción eréctil en comparación con aquellos que solo se ejercitaban en esta modalidad 2 horas la semana.
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Por su parte Breyer también aclaró que no existe un límite en el cual demasiado ejercicio se vuelva contraproducente: “No hemos detectado que hacer demasiado ejercicio tenga un factor contraproducente en hombres y mujeres”.
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