Hay mucha discusión y polémica sobre la distinción entre las dos prácticas.
Tras cientos de encuestas en las redes sociales sobre el tema, las aguas se dividen entre quienes creen que el sexo es sexo y el amor se deja afuera de la cama, y los que creen que hacer el amor existe.
Lo cierto es que hay cierta ambigüedad a la hora de diferenciar, pero ambas cosas existen. Te dejamos un listado de cinco premisas para que puedas definir de qué lado estás con tu pareja o amante.
Motivación
Cuando el encuentro es sólo sexual, lo único que interesa a las dos partes es tener un orgasmo. A la hora de hacer el amor, en cambio, al compartir una conexión más íntima se prestan atención a otros detalles como recorrer el cuerpo del otro con besos y caricias.
Comunicación
Si bien en ambos casos se pueden decir cosas, cambia la manera en la que te dirigís al otro. Al haber más cariño con quien haces el amor, los dichos pueden ponerse un poco más sentimentales que guarros.
Vulnerabilidad
A la hora de hacer el amor no se busca solo el placer personal sino el del otro. El hecho de solo tener sexo en ese sentido puede ser un poco más egoísta, cada uno busca su orgasmo.
Cambios de personalidad
La personalidad de una persona se mantiene cuando hace el amor a fin de mantener la conexión íntima que los unen. Cuando se tiene sexo, es más común llegar a un juego de roles para calentarse más rápido.
Presencia,
Cuando tenés sexo es más fácil desconcentrarse o dejar de enfocarte en lo que estás haciendo. La mente puede despojarse de la actividad y pensar en cosas sin relevancia. Sin embargo, al hacer el amor es más factible que sólo pienses en el acto y en la persona con quien lo estas compartiendo.
Y vos qué preferís, ¿tener sexo o hacer el amor?
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