Si bien existen discrepancias, muchas parejas sexuales afirman que tener sexo con un miembro viril de mayor tamaño significa mayor placer. Es por eso que muchos hombres incurren en diferentes tratamientos para aumentar el tamaño de su pene. Sin embargo esto puede resultar en un error de dimensiones astronómicas.
Existe una nueva tendencia, en estos tipos de tratamientos, tan invasiva como contraproducente. Una de ellas consiste en inyectar una sustancia gelatinosa, fabricada principalmente en Indonesia, en la piel del miembro. Según el doctor Alex Wanganapi, director ejecutivo del Hospital General de Kavieg, esta intervención puede provocar inflamaciones en el tejido del miembro muy severas y resultar en daños graves e incluso la deformación del pene. Además según Glen Mola, profesor de la Facultad de Medicina y Ciencias de la salud, esta solución puede llegar a generar erecciones muy dolorosas e incluso ser causa de disfunción eréctil.
Una vez presentado este cuadro, la solución tampoco parece resolver el tema de raíz. Para poder aliviar los síntomas es necesario que el paciente se someta a una intervención quirúrgica en la cual se le extrae la sustancia. Lo más alarmante es que, una vez retirada la sustancia y habiendo esperado un tiempo prudencial, muchos pacientes han presentado la imposibilidad de tener una erección. Es decir que las posibles consecuencias pueden llegar a ser permanentes.
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