CADA TANTO, DIEGO SALE A CONTAR lo que nunca antes contó. Y siempre es un placer enterarse de primera mano las anécdotas de vestuario, de concentración y de la cancha. En "Mi mundial, mi verdad", el Diez aprovecha para saldar cuentas con varios de sus viejos y nuevos enemigos. Pero más allá de sus revanchas, este libro se lee como si estuvieras frente a la tele, mirando 30 años después, la gesta gloriosa del Mundial '86 en que alzamos la Copa por última vez. Diego no se olvida de nada ni de nadie. Ni de los que pusieron el pecho como él por el grupo y por el cuerpo técnico cuando hasta el gobierno de Raúl Alfonsín quería meter mano en la selección Nacional, ni de los que le fallaron, como Bilardo y Passarella. Y como polemista que es, se anticipa: “¿Y después de Messi, qué?”. Por ahora, la respuesta es el abismo...
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