El espiritual y relajante yoga también tiene su versión “dirty” y aunque no quede bien decirlo, las clases grupales al desnudo abren el juego para mucho más que relajar. Desprendida de la técnica hatha, el “naked yoga” consiste, básicamente, en realizar sobre una colchoneta diferentes asanas (posturas) que estimulan la elongación, equilibrio y fuerza. También se hacen estiramientos y ejercicios de relajación, concentración y equilibrio, con toooooodo al aire, digamos. Además para evitar que te raspes, paspes o metas un bicho ajeno, se siguen normas de higiene y cada asistente debe llevar su toalla personal.
JJ.OO. de Tokio sin sexo
¿Sirve para algo hacer piruetas desnudos? ¿Hay más beneficios que con ropa suelta, comoa hacen todos? O sea, ¿vas a ir por algo más que sólo ver? A diferencia de otras disciplinas corporales, el yoga exige estar plenamente consciente del cuerpo, de los movimientos y de la respiración. Y aquí la razón de ser de la versión despojada: si el sentido del yoga es la conexión y observación del ser, la desnudez te va a dejar ver todo tu interior más claro. Sí, y el de otros también.
La elección del grupete también reditúa en beneficios. Podés ir con tu chica y amortizar el emparentamiento de la disciplina con el tantra. Aunque también hay clases grupales mixtas (yes, mixtas!), de solos y solas, de nenes con nenes, y privadas.
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