La facilidad y la rapidez con que las redes sociales permiten comunicarse en 2019 han dado lugar a una infinidad de nuevos comportamientos en las personas. Uno de esas maneras de comportarse que no parecía tener explicación alguna es la de mandar fotos de los genitales a otra persona que no hubiese solicitado dicho envío. Sin embargo la ciencia ha encontrado una explicación a este comportamiento.
Según un estudio publicado en la revista académica Journal of Sex Research son varios los motivos por los cuales son enviados este tipo fotos. Es importante mencionar que el estudio se centró en la acción llevada a cabo por hombres heterosexuales dado que según explicaron los investigadores de Kwantlen Plolytechnic University y Orgasm Reserch Lab, son las mujeres las que peor reaccionan a este tipo de situación, los hombres homosexuales tienen una reacción distinta.
1087 hombres, reclutados de la Western Canadian University y a través de sitios online, fueron interrogados para llegar a la conclusión de que el motivo por el cual accionan de esta manera está estrechamente ligado a la espera de una reacción positiva que les permita tener sexo o recibir, a modo de respuesta, una foto del mismo tenor.
El estudio demostró que los hombres que incurren en este tipo de prácticas tienden a ser narcisista y sexistas. Además detalla que “La obsesión masculina por mostrar los genitales es tan aneja como la historia misma” y que mostrar el miembro para ellos representa la falsa idea de “fuerza, poder y virilidad”.
Otra de las explicaciones tiene que ver con el contexto machista de la sociedad. “Es posible, dada la cantidad de fotos que hay, que los hombres piensen que es algo socialmente aceptado como estrategia a la hora de seducir”, detalla el estudio. Además “Enviar fotos del pene puede ser una manera más fácil de transmitir el mensaje, no hay que usar palabras para definir lo que uno quiere o siente”.
Por otro lado también explicita la diferencia entre este tipo de actos y el sexting, envío de fotos sugerentes. Enviar una foto del miembro con la autorización de la otra persona si se encuadra como sexting mientras que hacerlo sin autorización forma parte del comportamiento comprendido dentro del acoso sexual. Dejando de lado que el sexting es un acto consensuado y el otro no, el estudio recalca que el sexting tiene aspectos positivos. “El resultado principal del sexting es positivo. Las personas de ambos sexos experimentan una mejora en su confianza, afianzan su relación, se entretienen y satisfacen su necesidad sexual. Sin embargo, enviar una foto del genital masculino nada tiene que ver con todo esto”, explica el estudio. Además existe un juego de seducción que las dos partes deciden llevar a cabo y del que tienen ganas de participar.
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