Tener sexo de reconciliación después de una acalorada discusión puede ser catalogado como una de las mejores razones para tener sexo. Es que la ciencia ha comprobado que existe un vinculo entre el conflicto y la excitación sexual.
Investigadores de la Universidad de Valencia han establecido que durante una discusión los niveles de noradrenalina, adrenalina y testosterona aumentan. Este cóctel combinado con la posibilidad de perder la pareja podría derivar en el deseo de mantener un encuentro sexual.
En 1974 un estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology ha confirmado la transferencia de excitación entre una discusión y el acto sexual. En aquella ocasión, para corroborarlo, un número determinado de voluntarios fue sometido individualmente a una entrevista. Algunos fueron interpelados mientras estaban en un puente colgante, exponiéndolos a cierta inseguridad, y otros mientras que estaban en un puente mucho más seguro. Aquellos que fueron entrevistados en el puente colgante, al finalizar la entrevista, mostraron mayor atracción sexual por la persona responsable de la entrevista.
El experto Aaron Ben-Zeev explica todo de una manera mucha más clara, “la excitación generada por el sexo de reconciliación se puede explicar de manera similar. El estado de alta excitación asociado con la pelea se transfiere a un estado de alta excitación durante el sexo de reconciliación".
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