Trent Gates es un joven estadounidense de 23 años que recientemente ha saltado a la fama por sus declaraciones al medio británico Metro. En una extensa entrevista ha detallado el proceso de nulificación genital al que se sometió.
En abril de 2016 Trent utilizó un cuchillo de cerámica, agua helada y lidocaína para extirparse los testículos. Como si esto fuese poco, en diciembre de ese mismo año, utilizó un procedimiento similar para extirparse el pene: "Utilicé un cuchillo de cerámica porque es más afilado que el acero y menos bárbaro. Lo desinfecté todo de antemano con alcohol. Tomé todas las precauciones. No tuve ninguna infección. Fui al hospital justo después. Honestamente, no tuve ningún problema con el dolor. Usé un poco de agente adormecer, un poco de lidocaína y tomé cinco miligramos de oxicodona que me recetaron cuando me extirpé los testículos", explicó Gates.
Además comentó que después de ambas intervenciones se dirigió a un hospital para que un médico le suture la herida, limpie y desinfecte para no correr ningún riesgo. Por otra parte relató que las heridas en su zona púbica tardaron alrededor de un mes en curarse mientras que las de su pene, solo tres semanas. En el último caso insertó un catéter en el orificio para poder orinar sin complicaciones.
Gates se definió así mismo como una persona no binaria al que le atraen los hombres. "Realmente no lo sentía parte de mí. Estaba en la línea de ser transgénero pero no del todo. No tengo deseos de ser mujer. Es una especie de punto medio entre los dos, un andrógino" declaró.
Por qué la sífilis volvió a ganar protagonismo
Lo cierto es que parece ser que ahora disfruta más del sexo. Según relata sus orgasmos se han vuelto mucho más intensos: "La primera vez que tuve sexo después de la extirpación casi me desmayé (…) fue tan intenso" dijo entusiasmado.
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