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SEXO | 30-07-2019 13:52

El marsupial que se suicida teniendo sexo

¡Conocé la historia!

La naturaleza siempre nos ha enseñado que existe una causa y efecto para todo. A medida que los humanos la han ido estudiando ha podido desgranar y entender el porqué de las cosas que suceden. Sin embargo existen ciertos sucesos que no dejan de ser tan maravillosos como interesantes.

El antequino es un marsupial australiano, descubierto recientemente, muy similar a un ratón que puede llegar a extinguirse gracias a la práctica de sexo. Según ha publicado el Daily Mail, un prestigioso periódico del Reino Unido, existe un estudio, realizado por la Queensland University of Technology, que afirma que este marsupial podría extinguirse dada las maratones de sexo que realiza en época de apareamiento. La investigación liderada por el Dr Andrew Baker y llevada a cabo en el Srpingbook Narional Park, en Australia, permitió comprobar la baja en la cifra de la población del antequino.

Según ha determinado el estudio, esta merma en la cantidad de ejemplares del marsupial se debe a que durante la época de apareamiento, periodo que comprende agosto y septiembre, el macho intenta copular con todas las hembras posibles. Ocurre que los machos no compiten para ver cuál es el más fuerte, el más rápido o más grande sino que se dedican pura y exclusivamente a producir esperma. Cuanto mayor sea la cantidad de esperma producida, más chances tendrán de que su genética perdure. Es por eso que pueden llegar a tener periodos de sexo que duren más de 14 horas. Además existe una relación directa entre el tamaño de los testículos y las posibilidades de sobrevivir. Cuanto más grande son los testículos menos chances de sobrevivir tendrá el antequino.

Dado la la intensa actividad física realizada debido al objetivo de reproducirse, el macho pierde pelo, su sistema inmunológico se deteriora e incluso puede llegar a sufrir hemorragias internas. Además la oportunidad de reproducirse está solo limitado a un año dado que una vez alcanzada la madurez, el macho deja de producir esperma. Así lo explica Diana Fisher, una de las investigadoras: “Al final de la temporada de apareamiento, los machos se desintegran físicamente y pese a ello corren frenéticamente buscando las últimas oportunidades de apareamiento. En ese momento, las hembras, como es lógico, huyen de ellos”.

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