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ENTREVISTAS | 01-08-2012 18:49

Preguntas & Respuestas: Silvester Stallone

Lo encontramos en la Comic Con y habló de todo. Sus inicios, Rocky, Rambo, éxitos y fracasos. La pelea y el reencuentro con Arnold. y el regreso con gloria con "Expendables".

Por Augusto Finocchiaro Preci / Fotos: Gentileza Alfa Films

Hace 35 años, Rocky ganó el Oscar a mejor película superando a “Todos los hombres el presidente” y “Taxi Driver”. Stallone estaba nominado a Mejor Actor y Guión. Pero perdió ambos. Y desde entonces nunca más estuvo ni cerca. Sí cosechó varios Razzies, incluyendo el de Peor Actor del siglo.

Ahora a los 65, cuando daban su carrera por terminada hizo un regreso a lo Rocky. Recaudó 150 millones con Rocky Balboa y 230 con Expendables. Ya se viene Expendables 2, la peli del mes, y atrás marchan Bullet to the Head y The Tomb, donde tiene un mano a mano con Arnold.

¿Es verdad que al principio de tu carrera, y estando en quiebra, rechazaste US$ 250.000 de un estudio que quería hacer Rocky sin vos? ¿Sabías entonces que se iba a convertir en el gran hit?

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Para nada. Yo pensaba que estaba haciendo una película que iba a estar de paso. Quería hacer una película sobre las frustraciones en la vida, de hecho por entonces yo pasaba por una etapa similar. Y me gustó la idea de poner eso en la piel de un boxeador. Era la metáfora más obvia de los golpes que te da la vida, y la idea de que hay que ponerle corazón y seguir adelante.

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¿Quiénes eran tus referentes?

Trataba de copiarle cosas a De Niro. Había visto Mean Streets y me había quedado enganchado con su papel de Johnny Boy. La escena de Rocky en el bar con Paulie, cuando le pregunta qué tiene que hacer para que su hermana quiera salir con él, el lenguaje corporal se lo pedí prestado (risas). Pero en términos de carrera creo que mi mayor inspiración era Kirk Douglas. Me gustaba su intensidad en la pantalla. Y desde lo físico la fantasía era ser como Steve Reeves. Cuando vi Hercules me fanaticé, quería ser como él, porque entonces yo era muy flaquito e inseguro. Esa película fue la que me impulsó a empezar a entrenar fuerte.

¿En qué se parecen Rocky y Rambo? ¿Son dos caras de tu personalidad?

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Rambo soy yo antes del desayuno y Rocky soy yo después (risas). Rambo es primitivo, pura reacción, instinto, casi un animalito. Y tiene cierta cosa de caballero andante que va por la vida buscando morir de una manera espectacular. No tiene deseos de armar una familia y llegar a viejo. Rocky es la antitesis: él no puede vivir sin su familia. Su fuerza viene de ahí.

En el libro, Rambo muere al final, ¿por qué lo cambiaste?

En ese momento no me pareció que era el mensaje que quería dar. Había 200 mil suicidios entre los veteranos de Vietnam. Mi idea fue llevarlo al límite pero sin matarlo. Hace poco me crucé con Tarantino y me dijo: “Sos un cobarde, deberías haberlo matado!”. Yo le dije: “Quentin estás loco, mi carrera está hecha a base de secuelas!”

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¿Tarantino te llamó y le dijiste no?

Sí, dos veces. Una para el papel de De Niro en Jackie Brown. La otra para Grindhouse, la parte que terminó haciendo Kurt Russell. Esa última me gustaba, pero era muy sórdida. El tipo se exitaba subiendo adolescentes a su auto para estrellarlas en un accidente. Tengo dos hijas adolescentes, no hubiese podido...

¿No te salen los villanos?

No. Pero lo estoy trabajando. Tengo entre manos el guión para hacer una película basada en "No habrá paz para los malvados", una española que me encantó. Es muy hardcore, una estilo “Maldito policía”.

Para hacer el sheriff de “Cop Land” tuviste que sacar panza, ¿te costó?

Fue horrible. Pero en la mitad del rodaje le encontré una parte divertida a dejarme estar, no entrenar como lo hago siempre. Y me ayudó a componer un personaje bien distinto a los otros en mi carrera, que son más físicos.

¿Cuesta estar en forma a los 65?

Cuesta. Tengo un montón de operaciones. Soy una especie de Frankenstein. Tengo una prótesis de cadera, del codo. Durante la filmación de Expendables salió una foto mía y de Arnold (Schwarzennegger) en el hospital. Alguno pensó que era trucada, o que era promocional, pero es 100% real. Mismo doctor, mismo tipo de operación. Él acababa de salir del quirófano, y como siempre, yo voy detrás (risas). Arnold estaba con cara de feliz, pero por las drogas. Yo estaba nervioso y con una hipodérmica en el cuello.

¿Qué pasó con Arnold, pasaron de ser rivales a mejores amigos?

Por un montón de tiempo hubo una competencia feroz. Nos odiábamos. No podíamos ni estar en el mismo evento. Empezamos nuestras carreras a la par. A los dos nos nominaron a los Globos de Oro a revelación. Ese año yo perdí a Mejor Actor pero ganamos con la pélícula (Rocky). En ese momento yo agarré el arreglo orar de la mesa y se lo tiré como diciendo, “tomá, para vos”. Desde ese momento me odió. Hace poco lo hablamos y nos reímos.

¿Cuándo se dio el acercamiento?

Cuando él se postulaba para gobernador. Me pidió que me sumara a la campaña. Al principio pensé “ni loco”. Y fue mi esposa la que me dijo “basta, te está estiranto la mano para hacer las paces, no seas necio”. Y tenía razón. Fui, y él se mostró muy agradecido. Y después cuando yo estaba desarrollando Expendables se ofreció para estar en la película ya siendo Gobernador. Sabía que yo estaba produciéndola y poniendo todo de mi bolsillo, y me dijo “voy gratis”.

Y ahora que viene “Expendables 2” y “The Tomb”, los dos convictos enfrentados en la cárcel, ¿quién gana?

Yo gano. Perdón Arnold, pero es la verdad! Todavía podrás levantar más peso que yo pero al final de la peli te gano.

Volviendo a repasar tu carrera, rechazaste “American Gigolo” y “Pretty Woman” ¡Richard Gere te debe la vida!

Y, sí (risas). Pero está bien, él es mucho más lindo. Yo no sirvo para películas románticas. Cada vez que me veo en el espejo digo: “por dios!, soy Rocky, mi boca parece salida de una parálisis facial.”

¿Y sos Rocky?

No, pero le debo mucho. Mi regreso con "Rocky Balboa" fue a lo Rocky. Yo ya estaba acabado, mi carrera estaba muerta. Diez años muerta. Yo andaba por los estudios pidiendo me dejaran hacer mi partido despedida. “Dejenme cerrar la saga”. Pero me cerraban todas las puertas. Un ejecutivo me dijo “aun cuando consigas la plata, sos un chiste, Rocky 5 fue un desastre, y ya pasaron 16 años!”. Me fui a México de vacaciones, deprimido. Estando en el hotel se me acercó un productor y me dijo que si podía hacerla con $20 millones él me daba la plata. Y la hicimos. Y recaudamos 150 millones. Y se dio un espírito de revival. Así surgió Expendables, y la idea de hacer otra Rambo en México. Un Rambo contra la guerrilla. Me parece que a Rambo no le gustan los mejicanos (risas).

Rambo es de recontra derecha, ¿Vos?

Rambo es neutral, pero es una máquina de guerra, y se convirtió en un ícono de la derecha. Después de la segunda Rambo (1985) se me acercó Reagan para decirme “ojalá tuviera un par así para mandar a Libia”. Y yo me quedé sin palabras. La gente cree que soy lo más republicano que hay, pero nada que ver. Soy un poco pro ejército, pero porque siempre me gustó lo militar, pero no apoyo las acciones militares en las que fuimos parte.

¿Y qué pensás de los héroes de acción de hoy? ¿Te gusta alguno?

Los héroes de acción del cine son una cosa del pasado. Los de hoy son puros efectos. Hasta les in­flan los músculos con Photoshop!. Las cosas que hacíamos con Arnold, y Chuck Norris, eran otra cosa. Creo que por eso es que Expendables funcionó. Y le dimos al público los 11 tipos más grosos que podían juntarse en un póster.

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