Cande Tinelli es una auténtica bomba de sensualidad. Todo lo que gira en torno a ella, a lo que hace, a lo que mira o toca tiene incorporado una dosis de sensualidad capaz de captar la atención de cualquiera. Dentro de ese juego perfecto de mostrar para ocultar, de insinuar para sugestionar, Cande ha demostrado tener un talento excepcional.
Como suele suceder en casi todas las circunstancias, las redes sociales amplifican las cualidades del sujeto que las maneja. En ese contexto, cada vez que Cande Tinelli publica una captura las redes se alborotan. Y este caso no fue la excepción. Sentada en el lavabo de su baño, completamente desnuda y con la espalda hacía la cámara no existe pieza dentro de la foto que ocupe un lugar incorrecto o esté ahí de casualidad. Los productos de belleza sobre el mármol, la toalla y bombacha en el bidet y el filtro gris que termina por sintetizar la idea de abandono intencional -De chica mala y descuidada en la cuarentena-. El cigarrillo en la boca, apenas sostenido por sus labios, le da el toque de trasgresión necesaria. Insinuando todo lo que quiere insinuar.
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