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SIN CATEGORíA | 01-02-2012 18:50

La voz cantante

Con más huevos que muchos, las chicas del rock se convirtieron en abanderadas de la protesta social.

Por Javier Sinay

Miss Bolivia

La consigna de Paz es sencilla e imponente: “Cumbia y ovarios para todo el mundo”, pide esta psicóloga que trabajó en situaciones de crisis tan graves como la tragedia de Cromañón y que, entre sus múltiples rostros, también deja ver el de devota del culto africanista de Iemanjá, profesora de yoga y percusionista. ¿Cumbia? Sí, cumbia, dancehall y rap, y no hace falta más que checkear sus beats pegadizos en cualquier rincón de la web. ¿Ovarios? También: “Creo que las chicas siempre han encarnado la voz de la protesta”, arremete Miss Bolivia. “Sólo que ahora existe una cuota muchísimo más alta de visibilidad y de tolerancia.

Antes te quemaban en la hoguera, ahora te invitan a los festivales. La voz de los ovarios tiene una fuerza inconmensurable, como una patada en los huevos o una caricia en el pecho que encarna una intensa y larga historia de lucha, resistencia y reivindicación. La mujer asume un rol de transmisora y embajadora que representa la fuerza creadora de la Madre Tierra y la potencia revolucionaria de la naturaleza”.

Miss Bolivia –que en la noche del Año Nuevo de 2008, cantando con varios en su departamento, miró las primeras líneas de lo que luego sería su molotov bolitropi- tecno- habla sin parar y se enreda en sus largos dreadlocks para dejar preguntas que se desvían de los parámetros clásicos: “Creo que siempre ha habido muchas oportunidades para la protesta, pero siempre se ha bajado linea desde un lugar falocentrista, con ambiciones de respuestas únicas de corte verticalista: ‘traemos ‘la revolución’’, como si fuera una sola. Pero la voz femenina de protesta propone una estética múltiple, plural y transversal, en forma de pregunta”. Para cantar no le hace asco ni a la xenofobia, ni al copyleft, ni a la homofobia, ni a la legalización de la marihuana, ni a la despenalización del aborto, ni a la conciencia por los recursos naturales: todo sirve, todo es materia plástica en su voz. “Okey, con Miss Bolivia podés perrear, menear, cachondear, pero con el cerebro puesto siempre man. Cumbia y ovarios para todo el mundo”. Wow.

¿Dirías que las chicas son más valientes que los hombres? La mujer está acostumbrada al grito. Pero estamos cambiando el grito del parto doloroso por el grito de la revolución. Está la mujer que es cagada a palos y violada cada día. Y están las mujeres que con una granada o un micrófono en la mano, con un pañuelo en la cara y un palo, pueden labrar sus verdades bombardeando al capital. Como hay hombres cobardes que se escudan detrás de un escritorio y los hombres más nobles y valientes que dan la vida por la libertad de un pueblo. El sexismo en la música ya quedó retro, out, graciadió.

Alika­

No sé si las mujeres somos más o menos valientes que los hombres”, dice Alika, la voz más inquieta del reggae argentino. “Creo que en ambos sexos vas a encontrar personas valientes y también cobardes. Hay gente que canta para conseguir dinero, que es lo más fácil, y otra que quiere más libertad para su gente y que lo expresa”. Ella lo expresa desde hace varios años: en 2001 presentó su primer disco en solitario (venía de Actitud María Marta), “No dejes que te paren”. El último es el registro de una aventura con uno de los popes del género, “Mad Professor meets Alika”. Y en el medio quedan varios cancioneros donde se ve la evolución sonora, lírica y política de esta chica nacida bajo el nombre de Alicia Dal Monte en Montevideo, criada en el barrio bonaerense de El Jagüel y coronada en el rastafarismo más puro.

En los últimos años su MySpace creció a dimensiones inverosímiles, que la conectaron con diferentes escenas en el mundo. Ahora, desde el hemisferio norte, interrumpiendo una larga gira que la lleva por Estados Unidos, México y Venezuela, Alika dice que “hay muchísimas mujeres en el mundo actual de la música. Pasamos a estar al frente de bandas y de proyectos musicales; antes sólo veías chicas haciendo coros en las bandas de reggae y bailando en los videos de hip hop. Hoy podemos exponer nuestra visión”.

¿Sobre qué temas pones un foco de atención? Canto sobre las cosas que andan dando vueltas en mi cabeza y t ambién acerca de las cosas que me parecen importantes. Hoy por hoy hay que poner atención en detener la violencia de todo tipo.

Ana Tijoux

Con “La bala”, su nuevo disco, la chilena elevó una vez más el nivel del rap en español. Ahí, como en sus trabajos anteriores (“Kaos” y el sorprendente “1977”), la Tijoux no se calla la boca. Su tema fetiche esta vez son las protestas estudiantiles que han sacudido al país trasandino el año pasado, encabezadas por otra chica dura, la egresada de la carrera de geografía y dirigente comunista Camila Vallejo. En el track “Shock”, Tijoux tira: “Tu estado de control/ tu trono podrido de oro/ tu política y tu riqueza/ y tu tesoro no./ La hora sonó, la hora sonó/ No permitiremos más, más tu doctrina del shock”. “Los músicos y los creadores nos empapamos de todo lo que vemos y observamos”, considera ahora. “Los procesos sociales y estas protestas estudiantiles fueron y son tremenda fuente de inspiración para todos nosotros como sociedad: son un despertar social que ha remezclado todas las artes”.

Claro, ella misma viene de una cuna que más bien fue trinchera: sus padres, militantes de izquierda, tuvieron que emigrar de Chile cuando se impuso la dictadura de Augusto Pinochet. “Diría que todavía siguen militando desde distintos frentes, ahora a través de la docencia”, sigue ella, “y así como el nigeriano Fela Kuti dijo que la música es un arma, Paulo Freire dijo que la educación es una herramienta de transformación”. La familia Tijoux recaló en Francia, donde Ana creció entre líricas de rap y pasos de breakdance. Chile, de lejos, parecía un país fantasma, “lejano y cercano al mismo tiempo, parte de un historia hablada que se enhebró con el paso del tiempo a través de la experiencia”.

Si el destino existe, lo de Tijoux no resultó ser extraño. La de Ana es hoy una de las voces de la escena más suaves –en su color musical- y a la vez más duras –en sus líricas-: hace tiempo que conoce su puesto de combate. “No creo que sólo las mujeres del rap sean las que han salido a combatir”, dice, “sino también las del folclore y hasta las de la música romántica. Lo bello de este proceso político es que también han in­fluido las artes en todo su contexto. Hay ciertas temáticas que tocamos las mujeres que son específicas a nuestro género, pero también es innegable la cantidad de colegas que han podido, a través de su voz, denunciar y movilizar su pueblo”.

Cuando Tijoux volvió a su tierra –siendo una teenager llegada desde Francia- se convirtió en la voz de Makiza, una banda de rap que a fines de los noventa encabezó la escena efervescente al otro lado de los Andes. Pero fue después de un par de discos, cuando se lanzó como solista, que sorprendió al público extra, no sólo al del hip hop. “La bala” es su tercer disco, “un trabajo intenso por la cantidad de instrumentos que se grabaron, un proceso muy bello por lo novedoso de usar poco sampler”, en sus propias palabras.

Saumet, Bomba Estéreo

En algún momento, la ignición que llegó de Colombia nos tomó por asalto: el combustible se llama Bomba Estéreo y viene en formato de dúo. Li Saumet, la cantante y reina del electrovacilón (la que activa el hit “Fuego”), tiene un desenfado de alto octanaje: “Las chicas tenemos hijos, simplemente somos valientes, y hay muchas verdades que decir”, propone. Y aunque el rap y el hip hop llevaron a las MCs a la vidriera, para ella no es nuevo el fenómeno de las chicas duras: “Las mujeres siempre han tenido una fuerte presencia en la música, diciendo algo importante desde las cantaoras, solo que ahora parece más fuerte con el rap y hip hop”.

Saumet se con­ esa seguidora de la Mala Rodríguez (acaso, la reina de las chicas duras que boquean en español) y cuenta que le gustan sus letras, sus melodías y su ac titud. Pide respeto para Pablo Lescano y para la escudería Zizek y demuestra que es natural que los ritmos tropicales se derramen por sobre todos los demás. Por último, y viniendo de Colombia, le resta importancia a la imagen de pólvora y selva que su país refleja a primera vista: “Bomba Estéreo refleja la multiculturalidad que hay en el país, todo lo que hay detrás de esta imagen mala. En realidad es un país que está lleno de cosas buenas, de ritmos, de paisajes. Es un país tan violento como cualquier otro”. ¡No la dejes apagar!

Sara Hebe

Te acordás de Marta Sánchez, aquella rubia hecha milanesa en las playas de Tenerife (ponele) en un video bien noventoso? ¿Te acordás de su hit “Desesperada”? Bueno, Sara Hebe lo aplasta: le rapea encima con una AK-47 y se desespera con cosas realmente desesperantes: “Imagino un futuro y veo que no me espera nada”, suelta, y habla del caos de la Tierra, de los engaños, del no retorno de los trastornos. Sara, que nació en Chubut y que estudió abogacía y teatro para terminar convirtiéndose en una de las voces cautivantes del rap independiente, dice que no separa política de arte porque sería “poco cojonudo”. Y que “el recorrido de la mujer en todos los ámbitos a lo largo de la historia argentina y latinoamericana ha sido extensísimo, y por la lucha de miles de mujeres fueron abiertos caminos a las nuevas generaciones en todas las ramas”.

La chubutense con un mic en la mano no duda: “La historia es machista y capitalista”. ¿Y las mujeres? “Nos animamos a gritar, estamos gritando. Los hombres no han sido callados como las mujeres, pero ahora la nuestra es una rebelión de fuerza”. En su primer disco, Sara Hebe se presenta como la hija del loco (y es que así se llama el álbum, “La hija del loco”). Ahí canta varios tracks hechos desde las vísceras, de modo orgánico. Un nuevo puñado de rimas aparece este mes en “Puentera”, su segundo trabajo, producido por el beatman Ramiro Jota. “Canto de acuerdo a lo que veo y siento, hablo de lo que pasa y de lo que me pasa”, sigue. “Escribo muy rizomáticamente, hablando de varios temas a la vez. Ahora creo que hay que prestar atención y montar una campaña antimacrista seria… ¡porque este hombre es un facho, amigos!”.

En enero de 2010 fue convocada por el Colectivo Cultura Libre del Foro Social Mundial de Porto Alegre para pasear su música por Brasil. Y también llevó sus palabras hasta Venezuela. ¿Qué vio? “En Caracas hay varias chicas cantando fuerte y eso es muy valioso: Arena, La Rosa, Kathy, Milici y Trevol”, responde. “Creo que en Argentina, aunque aún falta mucho, hay una cierta evolución, en el sentido de que las mujeres no preguntan demasiado a nadie y hacen. En Venezuela también son potentes y valientes. Pero vi que más chicas tienen hijos por ahí y se dedican a la casa, y está bien… sólo digo que es cultural también”.

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