1 NO SEAS BOBBIT. A todos nos puede pasar que volvamos tarde a casa. Un bondi que se colgó mal, un amigo que nos invitó una birra más, algo (otra loca) a lo que no pudimos decirle que no. Puede pasar. Y vos, tranqui, volvés a tu casa, te acostás y dormís como un angelito al lado del otro ángel, tu chica, que siempre fue comprensiva, tolerante, algo preguntona. Y un día, tranqui, te mandás una de las tuyas. Nada especial, lo mismo de siempre y la loca no te perdona. Pero no te dice nada. Te deja venir, acostarte, dormirte tranquilo, y en lo más profundo de tu sueño, tijera en mano, te separa del amigo.

Comunicación Revista Hombre
2 CON LA PS4, NO! Terminás bien con una chica, entiende las razones, todo tiene un final, todo termina. Vos, sereno, confiado. “Podemos separarnos pero seguir siendo amigos” y demás
obviedades. Vos, que ya empezaste a ponerla surtido, tenés cierto cagazo de pedirle las llaves de tu depto de vuelta. “Total, no se va a animar a venir”, pensás. Pero un día volvés lo más tranqui y tenés pintada una puteada en la pared y la Play 4 flotando en el inodoro.

7 tips para levantar veteranas
3 AUTITOS CHOCADORES. Vos conseguiste el laburo de tus sueños. Tenés todo, más rápido de lo que pensabas, y te sentís un winner. La mejor oficina, una cochera para el auto, tocás el cielo con las manos. Pero una bo-lu-dez le dispara toda la locura. Una cagada te mandaste, pero tampoco para que vaya a tu laburo a hacerte mierda el auto y chocar a todos los del estacionamiento.

Razones para dormir con locas
4 COMPARACIONES ODIOSAS. Están en lo mejor del amor. Te sentís D10S. Ella extasiada, pide más. Pero a la hora de decirte algo, te tira el nombre de su ex. Y después (qué importa el después), te cuenta tranquila, “en confianza” que con él gozaba como nadie. Que esos polvos fueron los mejores, pero que te quiere a vos. Esa es más mala que una carta documento.

Escapadas deportivas de fin de semana
5 UNA DE PELÍCULA. Boxeás. La mafia arregla la pelea para que pierdas. Te explican todo, pero vos tenés otro plan, que se cumple a la perfección y te llenás de guita. Organizás tu huida. Tu chica sólo tiene que traerte el reloj que tu padre al morir en Vietman, pidió a su amigo que te lo entregara a vos. Años escondido en lo más doloroso del alma, mientras lo torturaban en una oscura prisión. Pero ella se lo olvida porque es un simple reloj… ¡No, locas así, no!
Comentarios