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REPORTAJE | 01-09-2012 19:43

Maravilla Martínez: Por la corona

Tras penar dos años por un título que le arrebataron, el boxeador tiene su revancha.

Hace dos años, acá a Sergio “Maravilla” Martínez no lo conocía nadie. Era un boxeador “exiliado”, como a él le gusta repetir, que con 35 años, estaba al borde del retiro. Se había coronado campeón de los medianos de la CMB contra Kelly Pavlik en 2010. Pero lo perdió en los escritorios antes del final de ese año. Lo cagaron mal y se calentó. Y de esa bronca vino su explosión. Se enojó con todos, con la confederación, con HBO, con los dueños del negocio. “Había pensado en largar todo a la mierda, pero me voy a quedar porque quiero ayudar a cambiar muchas cosas en el boxeo. Ahora como boxeador y después como representante, o lo que sea. No es posible que haya empresas como la: Top Rank que digiten quiénes son los campeones y quiénes no. Antes, los mejores peleaban con los mejores. Ahora se traicionan los reglamentos. Ellos hacen las leyes y no las cumplen. El negocio atenta contra la esencia del deporte”, disparaba furioso.

CAMBIAR A LOS GOLPES

“Lo que estoy haciendo es dar un golpe a la mesa para que todos vean para donde va el boxeo, No volveré a defender el cinturón de diamantes. No volveré a representar al CMB hasta que no se obligue a hacer la pelea titular con Chávez Jr. Jamás pensé que un campeón mundial pudiera evitar de esta manera a alguien. Es un cobarde”, se plantó. Y tuvo que patalear un año y medio, y explotar mediáticamente para que le dieron bola.

Finalmente ganó su pelea más difícil, y el próximo 15 de septiembre tendrá la chance de ser campeón de la CMB si baja a Julio César Chávez Jr. Maravilla no sólo es rápido de puños, también con el pico. A Chavez lo venía fajando vervalmente desde hacía un año. Y la confirmación de la pelea -será en el MGM Grand Garden de Las Vegas-, no apagó el incendio.

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“No vamos a llegar a las tarjetas, voy a trabajar a morir. La meta es la misma cuando subo al cuadrilátero, dejar la vida. Estoy trabajando para ganar por nocaut”, destacó. "Finalmente tengo la revancha que tanto soñé. Probablemente te deje con un pie y medio afuera del boxeo. Te voy a dar una paliza, te voy a lastimar", le escupió en la cara a Chavez cuando se cruzaron en una entrevista para Face Off en HBO hace unos días. El pibe trató de devolver las agresiones, se colgó de la edad de Martinez.

Maravilla lo dio vuelta y lo acusó de estar verde, y de no tener estilo propio. “Vivís prisionero de un apodo, que es el de tu padre. Eres el hijo de la leyenda. ¿Cuándo vas a dejar de ser el hijo de?”. Algunos mexicano se tomaron las agresiones de Martínez como afrenta personal, y hace unos días le tirotearon el frente de la casa. "No puedo decir mucho por instrucciones de los abogados. Nos recomendaron no hacer un entrenamiento público y tenemos seguridad en casa. Pero no tengo nada que me pueda desenfocar de la pelea”, nos decía Martinez por teléfono cuando lo llamamos para averiguar más sobre lo sucedido. El que se entusiasma con este clima es José Sulaimá, presidente del CMB, que ya cuenta los billetes y promete un combate para los libros. “Comparo esta pelea con las de Muhammad Alí vs Joe Frazier, Roberto Durán con Sugar Ray Leonard, y Thomas Hearns vs Marvin Hagler. Mar tínez entró entre los cuatro del mundo. Dominó a todos, conquistó la gloria y ahora quiere recuperar el título. El otro tiene el corazón que tenía el padre, Julio César Chávez. Será una de las cuatro mejores peleas de la historia”, añadió Sulaimán.

EL SECRETO MARAVILLA

A Martínez, hasta el apodo ya se queda algo ajustado. Tiene 49 victorias, dos derrotas, dos empates y una pelea sin decisión. Y 28 de esas peleas ganadas son por KO. El secreto parece estar en tener el cuerpo perfecto: mide igual que Mike Tyson (1,78 metros) y tiene a favor 10 centímetros más de alcance de brazos. Pero si de su físico brotan músculos e ideas, será porque tiene un rincón que lo ayudó a germinar. Porque campeón se nace, y se hace en el gimnasio. ¿Cómo se entrena Martínez? Dicen que hace 1.500 abdominales por día, y que gracias a su preparador, ahora pega y voltea cuando antes apenas luchaba por afirmar los golpes. La receta del éxito de Maravilla tiene nombre: Gabriel Sarmiento, el maestro. Y el Hueso Pablo, quien desde hace cuatro peleas, lidera la esquina por la ausencia de su hermano cordobés. “Maravilla no parece humano. Yo le digo que pare a veces, pero él se exige demasiado. Nadie se entrena como él; quizá ni Pacquiao o Mayweather, no sé”, dice Sarmiento. Nada de lo que se lea parece exagerado. A los 37 años, Martínez luce uno de los mejores físicos del boxeo.

SACRIFICIO PURO

“Es mentira que todos se entrenan como muestran; graban videitos de dos minutos del gimnasio, los suben a Youtube y te engañan. Yo he visto a Margarito, a Pavlik correr por donde lo hacemos nosotros y ni siquiera completaban una vez el circuito. Y Sergio lo corre tres veces, en 11 minutos la vuelta. Margarito, Pavlik y Chávez Jr. no podrían estar en mi gimnasio. Yo los echo”, insite Sarmiento. Y el esfuerzo da resultado: Martínez contó alguna vez que a días de pelear tiene una capacidad aeróbica 10 veces superior a la de cualquier hombre normal. Su preparación de siete semanas es total. “Primero maduré mentalmente y después física y técnicamente”, suele decir Martínez. Coincide con eso Sarmiento, quien apunta que se llegó hasta esta instancia porque “Sergio nunca dijo: 'si no hay plata yo no entreno o no peleo más’”. Y también mejoró su rutina de alimentación. “Antes comía de a saltitos, como un caballo de ajedrez , en Europa y Estados Unidos ganó potencia con la dieta de proteínas de cinco comidas al día. En Argentina nadie lo quería porque Maravilla no pegaba. Mi hermano hizo un extraordinario trabajo de pesas que no es de un día para el otro, y ahora Sergio destroza a todos”, narra el entrenador.

Su rutina es de las más exigentes, de lunes a sábado, y dura desde las 4.30, cuando suena el despertador, hasta las 20.30, la hora de dormir. En los detalles está la cuestión. Por ejemplo, se sube (con el chaleco salvavidas) a una tabla de stand up y hace equilibrio durante 15 minutos para ejercitar todos los músculos. Y enlaza una tras otra, series de 35 abdominales, soportando la caída sobre su abdomen de una bola pesada. “A este ritmo le quedan tres años en plenitud, y queremos ir por todo”, lanza Sarmiento. "Para ser el mejor todavía debo ganarle a Mayweather", mira a futuro Martínez. En esta pelea está la llave.

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