Algunos hechos marcan tendencia. Se comienzan a repetir, se ponen de moda y muchos aprovechan la oportunidad. En este caso, se trata de una moda que surgió en Rusia, a partir de la crisis del petróleo y puede tener consecuencias peligrosas.
La tendencia que se impuso en las tierras del vodka es que las mujeres ofrecen sexo a cambio de servicios de plomería, instalación de muebles, reparaciones mecánicas, mudanzas, paseo de perros o cualquier otra tarea doméstica.
Los mensajes son bien explícitos: “Busco hombre que pueda instalar unos cables en dos habitaciones de mi departamento”, “Me reuniré con cualquiera que a cambio de sexo me dé un sofá”, “Hago arreglos en el hogar: conseguís placer y renovación”, “Ofrezco servicios de taxista a cambio de sexo”.
En sintesis, si se necesita un servicio y no podés –o querés– gastar plata, podés negociar a través de sexo. De acuerdo con los especialistas, esta situación surgió a partir de la crisis en Rusia, lo cual provocó que la “población recurriera a todo tipo de ingenios y remedios para mantener su nivel de vida”. La crisis ha aumentado los niveles de pobreza y, con el fin de sobrevivir, “el sexo se usa para pagar este tipo de servicios tradicionales. Incluso hay comunidades online formadas especialmente con este fin”.
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