Con la idea de poder explicar y anticipar ciertos comportamientos del cuerpo humano frente a posibles problemas, un grupo de investigadores chino, recientemente, ha descubierto que aquellos hombres que padecen de disfunción eréctil tienen un 59% más de probabilidades de desarrollar enfermedades cardíacas.
La investigación publicada en el prestigioso medio británico Daily Mail, tuvo como sujeto de estudio otras 25 investigaciones que en total analizaron el caso de 154 mil hombres. Según pudieron establecer, aquellos hombres que padecen de disfunción eréctil poseen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o una muerte prematura.
Los números de la conclusión lograda son realmente estremecedores. Aquellas personas que no pueden o les es dificultoso mantener una erección tienen un 59% más de probabilidades de desarrollar, con el paso del tiempo, enfermedades cardíacas. Por su parte aquellas que presentaron signos de impotencia registraron un 34% más de probabilidades de un derrame cerebral y 33% de sufrir una muerte prematura. Además identificaron que en hombres mayores de 55 años, diabéticos y fumadores el porcentaje aumentaba considerablemente.
Los investigadores detallaron que, en la mayoría de los casos, una de las causas de la disfunción eréctil es la obstrucción de las arterias en el pene. Grasas, colesterol y otras sustancias obstaculizan el flujo sanguíneo dificultando la posibilidad de tener una erección. Esta sintomatología puede anticipar una tendencia que de manifestarse en otra parte del cuerpo puede resultar mortal.
En una entrevista a la CNN Ron Blankstein, médico del Hospital Brigham and Women's, explicó: "La arteria del pene que lleva el flujo sanguíneo es de un diámetro mucho más pequeño, por lo que estos muestran los primeros signos de enfermedad. Si la disfunción eréctil es un patrón repetido, el paciente necesita estar atento a su salud, porque podría desarrollar una enfermedad cardíaca". Como si esto fuese poco, padecer disfunción eréctil puede causar depresión, trastorno que puede desencadenar problemas cardiovasculares.
"Creo que el mensaje importante es, como mínimo, que se debe prestar atención a los factores de riesgo que podrían producir enfermedades cardíacas, como son el tabaquismo, la diabetes y el colesterol alto", concluyó Blankstein.
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