Burrito Ortega

-Ariel, ¿en que momento de tu vida te encontramos?

-La verdad que estoy muy contento en una nueva etapa, en All Boys. Hace poquito que estoy pero me siento muy cómodo y los chicos y el cuerpo técnico me recibieron muy bien.

-A lo largo de tu carrera vimos diferentes desafíos tuyos: yéndote a jugar afuera, volviendo, yendo a Newells, a River... Pero esto como que tiene otro sabor, incluso vos tenés que luchar contra River por el descenso...

-No, no lo tomo así. Sinceramente el fútbol te da desafíos permanentemente, más si sos exigente con tu carrera, si siempre te gustó ganar y estar ahí arriba, siempre te da desafíos y querés mas. En este momento y a esta edad (va a cumplir 37 años) sigo con la misma mentalidad y con muchísimas ganas. Soy una persona que siempre piensa en positivo, no soy de caer. Más allá de que la vida siempre te pone obstáculos y hay momentos difíciles, todo depende de uno y de tu familia.

-Cuando decís “momento difícil”, te referís a la salida de River, porque de afuera no se notó tan difícil para vos.

-No, la verdad es que este no es un momento difícil, es un momento lindo. Se dio la situación de tener que irme de River; más allá de que todos sabemos lo que significa para mí, y que estoy identificado con River por todo lo que le di y me dio, pero era una situación que yo tampoco aguantaba más. Cuando no estás bien en un lugar (y no lo digo por la gente y la camiseta), sino por el entrenador y un montón de cosas, la verdad que preferís irte. Ya el año pasado quería tener una charla y no se dio, y este sí. La mejor opción era salir. Así que ahora estoy contento, feliz y esperando que empiece el campeonato.

-Vos que tenés experiencia en varios grupos, ¿cómo lo ves, cómo los notaste?

-Es muy sano, muy unido. Se nota que es un buen grupo, porque el año pasado hicieron una gran campaña y eso depende mucho del grupo. Me recibieron muy bien, yo me adapté rápido, y lo más importante es que si se dan los resultados, eso ayuda muchísimo.

-¿Estuviste concentrado con un amigo?

-Sí, a Cristian (Fabbiani) lo aprecio un montón, siempre se ha comportado bien conmigo, ahora me está ayudando y eso es bueno. Lo conozco de River, así que tengo muy buena onda.

-¿Quién manejaba el control remoto en la habitación?

-Un rato cada uno, pero en la pretemporada te la pasás durmiendo porque corrés un montón...

-Tenés 37 años, ¿tenés idea de tu futuro?

-No, no pienso. Que se yo, algo voy a hacer seguramente. Tengo una idea de entrenar a algunos chicos, estar en algún momento ligado a River en Inferiores, ser técnico de Primera, muchas cosas.

-¿Pero siempre ligado a fútbol?

-Esto es lo que amo, lo me gusta hacer y en lo que me siento cómodo. No voy a buscar hacer otra cosa. Que se yo, por ahí Dios me ilumina con alguna cosa que me entusiasma. Pero siempre en el ámbito que vivo yo que es el fúbol.

-Las postales de tu vida: saliendo campeón con River, poniéndote la camiseta de la Selección, jugando con Maradona... ¿Cuál te marcó más?

-Creo que los Mundiales son únicos y no son fáciles de jugar. Además siempre con técnicos distintos, es un desafío. Me tocó estar en tres y con distintos entrenadores. Es algo lindo. Igual los campeonatos, cuando te citan por primera vez para concentrar en Primera o estar en la selección, los grupos en los que estuve.

-¿Con quién le dirías a tus pibes que tuviste la suerte de jugar?

-Con Francescoli. Fue con uno de los mejores con los que jugué. En la Selección estuve con la mayoría de los mejores del mundo: Verón, Almeyda, Caniggia, Batistuta... te puedo nombrar miles, jugaron en el Real Madrid, el Machester y tener buena onda con ellos es algo único que te da el fútbol.

-¿Esos momentos los volvés a ver?

-Hay canales que los repiten y están buenísmos. Cuando lo pasan, lo miro. A veces no me la puedo creer.

-¿Y cómo te ves?

-Uno dice “qué hubiese sido de mi vida si ganaba ese partido”. En los mundiales capaz que de ganar uno te metías en semifinales. Me pasó en la final de la Juventus con River. Hay partidos que te marcan... Y los revivís en la cabeza todo el tiempo.

-Y el cabezazo al holandés, ¿ese wpy whatsapp lo volviste a ver?

-Sí, si lo ví. Lo repitieron dos mil millones de veces!!! Pero bueno, son momentos en los que uno se equivoca en la vida y después uno se arrepiente. Yo al segundo ya estaba arrepentido, pero bueno, ya pasó. No podés vivir de esa nostalgia.

-Pero en cuanto a la técnica, ¿no decís: “tendría que haber arrancado para allá o para allá”?

-Y pero si nosotros programáramos todo, esto no sería fútbol! Sería mucho más fácil. Creo que eso se da en el momento, es intuición, espontaneidad, eso es el fútbol.

-Y para vos, ¿cuál fue el mejor jugador de todos los tiempos?

-Maradona, sin dudas. Creo que hoy por hoy Messi está haciendo cosas maravillosas que no se pueden creer, y también me encanta. Pero yo me quedo con el recuerdo de Diego, de todas las cosas que hizo, los que somos más viejos nos quedamos tal vez con eso.

- Es un año muy particular, tenés que jugar una parada difícil porque acá tienen que ganar. Vos que ya te considerás un tipo que está hecho y derecho, ¿le hablás a los más jóvenes?

-Naah, trato de ser como soy siempre, de ser buen compañero, de estar a disposición de todos, y si estoy bien física y futbolísticamente creo que eso nos va a ayudar a todos. Porque sé lo que puedo dar adentro de un campo de juego y eso va a facilitar cosas para el equipo y su permanencia en Primera.

-¿Tenés amigos adentro del fútbol?

-No sé si tengo amigos, tengo gente que se ha portado realmente muy bien, compañeros que son muy buenos. Donde voy soy bien recibido y eso es lo importante. Que en momentos difíciles te llaman, eso es impagable.

-Te pasa algo muy fuerte con la gente, ¿no? Los chicos que estuvieron en Mar de Ajó dicen que fue terrible lo que pasó, la gente se vuelve loca...

-Lo de Mar de Ajó, te juro por Dios que nunca lo viví, me sorprendió, no podía creer lo que estaba pasando, lo que estaba viviendo, no caía...

-¿Tu lugar en el mundo es Ledesma?

-Sí, seguramente. Pero tengo a mis hijos y a mi familia acá, y voy de vez en cuando a visitar a mi mamá, cada vez menos. Mis amigos también están allá, sin dudas. Siempre me esperan para los fin de año.

-¿Y siguen durmiendo la siesta?

-Seee, aunque hagan 60 grados la siesta es sagrada.