La ciencia ha determinado que el aumento de adrenalina puede derivar en excitación sexual. Sin embargo el contexto puede que no sea el mejor para liberar toda esa energía. Por lo menos eso fue lo que ocurrió a una pareja de jóvenes que fueron multados por tener sexo en el auto.
Tres llamadas al 112, número de similar funcionamiento al 911 en Europa, fueron las que alertaron a las autoridades sobre un auto completamente parado en el carril izquierdo del kilometro 21 de la autopista 68, que une Bilbao con Zaragoza. 20 minutos después del primer llamado, la policía arribó al lugar. Después de golpear el vidrio para ver si alguien contestaba, decidieron abrir la puerta y encontraron a un joven de 23 años y a una mujer, cuya edad no trascendió, teniendo sexo en el asiento del conductor.
El joven primero señaló que era él quien conducía pero después de que se hiciese el test de alcoholemia, que marcó 0,87 miligramos de alcohol en sangre, fue la mujer quien se declaró la conductora. Después explicaron que volvían de una fiesta y se habían quedado sin gasolina, que habían llamado a la madre de la joven para que se las alcanzara y seguían esperando.
El joven ya tenía cinco sentencias por conducir bajo la influencia de alcohol o sin carnet. La fiscalía pidió 27 meses de prisión teniendo en cuenta que: “Tuvieron tiempo suficiente para señalizar adecuadamente el vehículo parado en un lugar inapropiado, en vez de llamar a emergencias optaron por su madre y tuvieron tiempo de practicar sexo en el interior del vehículo”. Sin embargo este pedido fue desestimado ya que no pudieron probar que haya sido el joven alcoholizado quien estaba manejando. En su lugar le colocaron una multa de 4800 euros y 50 horas de servicio comunitario para él joven y tan solo 10 para la mujer. Seguramente hubiese sido más barato llenar el tanque e ir a un hotel, pero quien les quita lo bailado.
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