¡Mirá lo que dice la ciencia!
Tener sexo regularmente forma parte de la
pirámide de cosas esenciales para tener una vida saludable. Además con los
diversos estudios que la ciencia ha realizado, se han descubierto beneficios
que trascienden la ya conocida liberación de estrés.
Según un estudio realizado por el
departamento de psicología de la Universidad de Maryland, tener actividad sexual
de manera regular favorece el desarrollo de neuronas vinculadas con la
enfermedad del Alzheimer.
En dicho estudio se investigó la vinculación
entre relaciones sexuales y la salud de las neuronas. Según pudieron concluir
los expertos, tener sexo estimula el proceso de neurogénesis, proceso por el
cual se generan nuevas neuronas a partir de células madre y células
progenitoras. Además también estimula la zona del hipocampo, región fundamental
para la capacidad de recordar. Ambas consecuencias ideales para combatir el
Alzheimer, además de también mejorar las funciones cognitivas.
Por otra parte, otro estudio de similares
características analizó las funciones de la memoria en personas cuya edad
oscilaba entre los 50 y los 89 años de edad. Una pieza de información vital
para poder segmentar dicho estudio estuvo estrechamente vinculada con la
actividad sexual de los participantes. Analizando los resultados, la edad y la intensidad
de la vida sexual de los participantes, los investigadores pudieron detectar
que aquellas personas que tenían un menor índice de actividad sexual, comparado
sus resultado con personas del mismo grupo etario, tenían una menor capacidad a
la hora de recordar distintos hechos.
Dicho estudio, publicado en la prestigiosa revista académica Archives of Sexual Behaviour, también detalló la importancia del tiempo de duración de la actividad sexual. Cuanto más tiempo fueron capaces las parejas de prolongar el encuentro, mayor beneficio representó para el cuerpo. Por otro lado también aclaró que los beneficios no solo dependían de un encuentro entre dos. Dado que el estímulo de la masturbación es bastante similar al de un encuentro sexual, ambas actividades producen las mismas consecuencias. Esto se debe a que la misma zona del cerebro capta el estímulo.
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