Poder comprender en su totalidad los fenómenos que ocurren en la realidad es misión primordial de la ciencia. Es por ello que diariamente son publciados diferentes estudios e investigaciones que buscan acercarse a la verdad.
Un estudio publicado recientemente en el prestigioso portal Archives of Sexual Behavior, y llevado a cabo por la Universidad de Kent, ha establecido el impacto que tiene el aroma a la hora de la excitación.
11 mujeres de orientación heterosexual, con una edad promedio de 19 años, y 24 hombres, también de orientación heterosexual, fueron los sujetos de estudio. El experimento, que recolectó los datos, tuvo dos etapas. En el caso de las mujeres, los investigadores les solicitaron que por un período de dos dias anterior al estudio no consumieran alcohol, fumaran cigarrillos, ingieran comidas picantes, usen desodorante o perfume y tengan sexo. Una vez en el lugar, las mujeres debieron limpiar sus axilas con un jabón neutro y colocarse un algodón. Posteriormente, las mujeres se sentaron frente a una computadora y observaron un video de alto contenido sexual durante 20 minutos. Antes de retirarse debieron completar un formulario indicando qué les había producido la grabación. Este procedimiento se repitió una semana más tarde, pero, esta vez observaron un video documental, también de 20 minutos de duración, sobre la construcción de puentes.
Por su parte, los 24 hombres fueron expuestos a los distintos aromas pero, al momento de olfatear, tuvieron sus ojos vendados. Los investigadores, a cargo del experimento, explicaron que tener la visión imposibilitada agudiza los otros sentidos permitiendo obtener resultados más concluyentes. Después de olfatear la muestra, los hombres debieron contestar un cuestionario que hizo hincapié en la intesidad, placer y sensualidad del aroma. Una vez analizados los resultados el estudio sentenció: “Los hombres encontraron el sudor de las axilas de mujeres excitadas más atractivo en comparación con el aroma de las axilas de la misma mujer sin excitación. Además, exponerse a estas señales químicas también excita a los hombres.”
Por su parte Arnaud Wisman, doctor a cargo del estudio, explicó: “El estudio sugiere que los hombres son sensibles a las señales olfativas de la excitación sexual emanadas por las mujeres”.
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