52 días o 1248 horas es el tiempo que el aislamiento social, preventivo y obligatorio lleva vigente. La nueva realidad, planteada por el Covid-19, todavía no acuña, gracias a la aceptación de las personas, el término “normalidad”. Es en ese escenario que la espera se hace protagonista y, así como el jamón tiene al queso, Messi lo tuvo a Xavi y Lennon a McCartney, su principal aliado es el aburrimiento. Por eso, experimentar para profundizar en lo que siempre fue rutinario y encontrar nuevas sensaciones, gracias al tiempo disponible, es una propuesta difícil de rechazar.
Si de estímulos potentes se habla, el orgasmo es serio contendiente a ocupar el primer lugar de la lista. La explosión de placer que el sexo genera es única. Sin embargo, la falta de información puede generar que siempre se recorra el mismo camino para alcanzar la meta.
Según la ciencia, existen tres tipos de orgasmos que los hombres pueden experimentar. Todos y cada uno de ellos similares, pero radicalmente distintos. La rutina, la facilidad y lo cotidiano ha hecho que la gran mayoría, por no decir todos, de los hombres frecuente el orgasmo tradicional. Generado en dos fases, en la primera se acumula semen en la uretra posterior durante la erección y en la segunda se produce la descarga, se alcanza a través de la estimulación del miembro viril. Es un orgasmo corto pero intenso, producido por un aumento considerable de la energía sexual que encuentra su pico para después entrar en una meseta.
Por otra parte, se encuentra el orgasmo de próstata. Ubicada enfrentada al recto y con forma de castaña, está glándula es la llave que atesora otra sensación completamente distinta. Dado que su estimulación debe hacerse mayoritariamente a través del conducto anal, socialmente su implementación se ha visto severamente limitada. La incorrecta asociación entre la homosexualidad y el ano ha privado a los hombres de poder experimentar nuevas sensaciones. Para poder alcanzar el orgasmo prostático es necesario tiempo y paciencia para generar y reconocer los estímulos. Acariciar la glándula de manera constante, estimulándola de manera acorde puede terminar en u clímax que no necesite la estimulación del miembro viril.
Finalmente, otro de los orgasmos que puede alcanzar el hombre es el orgasmo seco. En este caso, se trata de un orgasmo convencional, pero sin la expulsión de liquido seminal. Esto puede deberse a un factor de salud, en cuyo caso se debería visitar a un especialista, o debido a la gran cantidad de eyaculaciones previas. El semen puede requerir desde varios minutos hasta días para ser completamente repuesto.
Comentarios