Una de las maneras de poder medir que tan trascendente es un hecho puede encontrarse en el eco que dicha noticia tiene en los medios. En ese sentido, el Coronavirus es materia de debate y opinión en portales, canales o radios que se consuman, miren o escuchen. Pese a que se analicen, sin cesar, las distintas medidas que toma el gobierno, existen también un sin fin de historias que cuentan cómo el virus afecta la vida de las personas.
En ese contexto, Europa no solo se ha vuelto el epicentro mundial del virus, sino que también funciona como adelanto de lo que vendrá si no se toma, de ser posible, otro camino. Dentro de ese cuadro de situación, la vida de las personas se ha visto modificada de manera tal que no deja de sorprender.
Uno de los ejemplos de esta situación es el de la prostitución en España. Hay que recordar que la circulación en la calle está restringida, factor que limita la actividad de manera total. Amanda, una prostituta transexual de 42 años, vive en Valencia y en una entrevista al portal ElMundo.es detalló la difícil situación por la que el rubro está atravesando. “Cuando se decretó el estado de alarma, como todos, tuve que encerrarme en casa y dejar de salir a la calle. La medida es necesaria, por supuesto, pero es cierto que a un colectivo de riesgo como nosotras nos afecta. Es una putada. En estos días hemos notado ya, y lo vamos a seguir notando, una caída importante del trabajo. En nuestro caso, nos pagan por un contacto directo y es el cliente el que nos tiene que dar el dinero, por tanto, lógicamente esta crisis imposibilita que ganemos dinero”, comenta.
Como si esto fuese poco, el problema excede el hecho de que esté prohibida la circulación de las personas. La posibilidad de contagio, debido al contacto físico, también atenta contra el rubro: “Tampoco estamos viendo que haya clientes que, por ejemplo, nos pidan que vayamos a su casa, hay miedo y es un riesgo que nosotras tampoco queremos correr, ni ellos. La actividad está totalmente parada estos días. Notamos menos actividad, pero ahora directamente ya no trabajamos”.
Tal es el impacto del Coronavirus en España, que no existe recuerdo de un hecho similar en el pasado reciente. “Nunca antes una crisis había afectado tanto a nuestro colectivo. Es la primera vez que notamos un parón así en el mundo de la prostitución”, cuenta Amanda. Frente a todo este panorama, la única solución es dividir la carga y tirar todos del mismo carro, “Nos estamos ayudando mucho entre nosotras con el tema de los gastos, cuando dependemos de una situación así, colaboramos y estamos pendientes unas de otras”, explicó.
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